miércoles, 27 de octubre de 2010

Nulla dies sine linea

Ese era mi primer propósito cuando abrí este blog. Ayer me lo salté, así que entono el mea culpa.

La frase proverbial con la que encabezo esta entrada se atribuye a Plinio El Viejo, un escritor, militar y naturalista romano del siglo I, que la usó para referirse a la constancia en el trabajo del pintor de Alejandro Magno, Apeles de Colofón. Según Plinio, el pintor no dejaba pasar ni un solo día sin pintar al menos una línea.

Plinio era un apasionado de la naturaleza, y fue su curiosidad por ella la que lo mató. Él pasaba unos días en una mansión cerca de Pompeya cuando ocurrió la erupción del volcán Vesubio en el año 79.  Su interés lo llevo a tomar un barco para acercarse lo más posible al lugar. Nunca más se supo de él; probablemente murió asfixiado.

2 comentarios:

  1. Para que luego digan por ahí y por aquí que el latín no sirve para nada. Aún hoy seguimos recordando a Apeles cada vez que usamos el dicho "zapatero a tus zapatos", pero me pregunto ¿cómo lo diría en latín?
    Muy buena entrada y muy buen propósito.
    Un beso

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  2. Pues creo que era algo así: NE SUTOR ULTRA CREPIDEM (que el zapatero no vaya más allá de la sandalia).
    Gracias por las cosas buenas.

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