martes, 15 de noviembre de 2011

Tratado de informalidad y dispersión manifiesta

Debería hacer un tratado sobre el particular, porque por más que me empeño en ser constante en el blog, siempre me salto mis buenísimos propósitos. Ahora mismo ni siquiera me merezco una palmadita:  me pongo a escribir un poco  porque tengo cosas mucho más urgentes que hacer.

Podría poner una buena excusa, pero prefiero exhibirla y fardar de ella: en breve me voy muy lejos, y  por eso me paso la mitad del tiempo dispersa en mis quehaceres laborales, y la otra mitad tratando de reunir las ropas adecuadas que debo llevar a Polonia, adonde voy con un grupo de alumnos y profesores de mi centro.

Creo que,  como los romanos,  será la primera vez que vaya trans Rhenum, o sea, más allá del Rin. Traspasaré los fines del imperium para ir a esa zona del mapa donde debía poner hic sunt leones... aunque sería mucho más apropiado hic sunt frigora inopinata, id est,  canina (permitidme la traducción patatera de "hace un frío de perros").
El caso es que, a propósito de fríos glaciales, me he acordado de las bracae, las bragas de la que hablaban los romanos,  y he acudido a  las otras bragas, las de cuello... Palabra curiosa esta, en latín y en español, ¿no?
¿Alguien podría ilustrarnos contándonos qué eran las bragas de las que hablaban los romanos?

Medea (la tragedia de Eurípides)

Os dejo aquí el enlace de la tragedia griega Medea, que debéis leer esta semana (en mi ausencia...).
Trataré de mirar el blog estos días, por si puedo resolveros alguna duda.

http://griegoantiguo.files.wordpress.com/2010/01/euripides-medea.pdf