miércoles, 27 de octubre de 2010

Nulla dies sine linea

Ese era mi primer propósito cuando abrí este blog. Ayer me lo salté, así que entono el mea culpa.

La frase proverbial con la que encabezo esta entrada se atribuye a Plinio El Viejo, un escritor, militar y naturalista romano del siglo I, que la usó para referirse a la constancia en el trabajo del pintor de Alejandro Magno, Apeles de Colofón. Según Plinio, el pintor no dejaba pasar ni un solo día sin pintar al menos una línea.

Plinio era un apasionado de la naturaleza, y fue su curiosidad por ella la que lo mató. Él pasaba unos días en una mansión cerca de Pompeya cuando ocurrió la erupción del volcán Vesubio en el año 79.  Su interés lo llevo a tomar un barco para acercarse lo más posible al lugar. Nunca más se supo de él; probablemente murió asfixiado.

domingo, 24 de octubre de 2010

Herramientas que hablan

De todos es sabido que la sociedad romana era una sociedad esclavista. Pocos testimonios tenemos de cómo veían los esclavos su propia situación, pero sí tenemos, y muchos, de cómo los veían sus dueños. Para hacerse una idea, de muestra, un botón.

Varrón, un terrateniente del siglo I antes de Cristo, que escribió mucho y de todo, decía esto sobre los esclavo en su obra Sobre la agricultura:
   "Hay tres tipos de instrumentos para el trabajo agrícola. El que habla (por ejemplo, los esclavos), 
    el que no puede hablar (por ejemplo, el ganado) y el mudo (por ejemplo, los aperos de labranza)."

No había entonces Declaración de Derechos Humanos ni Amnistía Internacional, pero sí que hubo, con el tiempo,  voces que hablaban de los esclavos de forma más humana. Así decía Séneca: 
    "Servi sunt? immo homines! Servi sunt? immo contubernales! Servi sunt? immo humiles amici!"

[¡A ver quién traduce eso¡ ¡Que sea algo hermoso, literario, digno de vosotras!]

martes, 19 de octubre de 2010

Adivinanza II

(Más sobre la estética, ahora masculina)
 ¿Qué autor romano da estos consejos a los hombres? ¿En qué obra? ¿De qué época es la obra? ¿A qué género literario corresponde esa obra?

No se te ocurra rizarte el pelo con unas tenacillas, ni depilarte las piernas con áspera piedra pómez; Belleza sin aliño cuadra bien a los varones. Véanse libre de sarro tus dientes y que el pie no te nade de un lado a otro en la sandalia desatada, y que un mal corte de pelo no te deforme la caballera, dejándotela erizada: hazte cortar el pelo y afeitar la barba por una mano experta; no te dejes crecer las uñas y llévalas limpias, y que no haya ningún pelo en los orificios de tu nariz, ni sea hediondo el aliento de tu maloliente boca, y que el semental y padre del rebaño no ofenda el olfato. 



lunes, 18 de octubre de 2010

Adivina, adivinanza

Aquí teneis un fragmento de una obra archiconocida, incluso para vosotros.

"Así yo, si he de tener igual suerte, yaceré en la tumba cuando muera; mas ahora ganaré gloria, fama y haré que algunas de las matronas troyanas o dardanias, de profundo seno, den fuertes suspiros y con ambas manos se enjuguen las lágrimas de sus tiernas mejillas. Conozcan que hace días que me abstengo de combatir. Y tú, aunque me ames, no me prohíbas que pelee, pues no lograrás persuadirme."
¿De qué obra se trata? ¿Quién pronuncia estas palabras? ¿A quién van dirigidas?  ¿Por qué jura vengarse?

domingo, 17 de octubre de 2010

Ceras, pinzas y candiles


Venus. Fresco pompeyano
Venus de Médici.

Hace unos años, no tantos, que yo me acuerdo, las mujeres hicieron de la depilación una cruzada contra la que había que luchar. Ir depilada era tanto como proclamar que una era esclava de su cuerpo y sobre todo del gusto de los hombres. Las hippies no se depilaban, las extranjeras europeas, mucho más modernas que las nativas penínsulares,  lucían pelos, rubios sí, pero largos también, en sus piernas y melenas indisimuladas en sus axilas.

No vamos a entrar en la polémica de si es estético e higiénico o no.  Lo que sí es, desde luego, es antiquísimo. Las egipcias se depilaban, las griegas se depilaban, y las romanas (y algunos romanos) se depilaban.
Domiciano
El ideal de belleza femenino griego muestra cuerpos totalmente rasurados. También los hombres muestran torsos y piernas sin rastro de vello.
 Para ello usaban pinzas depilatorias (volsella), ceras hechas a base de miel, resinas,  brea, cenizas..., velas y candiles para quemar los vellos. Se sabe, por ejemplo, que en las termas había cuartitos para depilar, y en los burdeles un esclavo especializado en estos menesteres (era el alipilarius).

Dice Suetonio, en sus Vidas de los Doce Césares, que circulaba el rumor de que el emperador Domiciano depilaba personalmente a sus concubinas (lo que debía ser el colmo de la depravación y el mal gusto, pues era un trabajo de esclavos).

martes, 12 de octubre de 2010

Cleopatra y Popea, esclavas de la belleza

Cleopatra, una reina egipcia muy inclinada a lo romano y a los romanos, y Popea, la esposa del emperador Nerón, fueron famosas ya en sus tiempos por prodigarse cuidados excesivos.

 Cleopatra era una mujer inteligente y carismática. Pero, ¿era bella?  La única imagen que tenemos de ella es su efigie en una moneda y, desde luego, no queda muy favorecida, pero algo debía tener cuando sedujo a grandes hombres como Julio César  o Marco Antonio (me aventuro a decir que bastante guapos ellos también).  Sin duda era muy atractiva; el escritor Plutarco dice que era irresistible en el trato, y que su voz era seductora y armoniosa.  Pero además Cleopatra se peinaba y se maquillaba muy bien: contaba con un verdadero laboratorio cosmético. Son famosas sus mascarillas y sus baños en leche de burra. 


Popea, que era una mujer de indiscutible belleza, se hacía acompañar en sus viajes por un rebaño de quinientas burras para darse baños con su leche, porque al parecer tenía efectos rejuvenecedores.
Su belleza debía seguir intacta cuando murió, joven aún, a consecuencia de una patada que su marido Nerón, hombre de genio pronto y dudosa cordura,  le propinó en el vientre cuando estaba embarazada. Eso provocó un aborto y su muerte posterior.

¿Quién es la más bonita?

CONSEJOS DE BELLEZA

Si quieres ser una romana de esas que hacen girarse a los viandantes, aquí tienes unos consejillos:

Retrato de mujer romana

  • Un baño relajante. Acude a tu perfumero y adquiere alguna de las cremas y cataplasmas que alisan, blanquean o distienden la piel. 
  • Blaquéate la cara con cremas de polvos de talco, plomo banco (que era venenoso) o harina de habas, mezclado con aceite, vinagre o miel. Sobre esta base pinta  tus mejillas y tus labios de color rojo con tierra ocre, minio, nitrato rojo o posos de vino tinto.
  • Las cejas no te las toques. Si no son lo suficientemente espesas, machaca unas hormigas muertas para pintarte el entrecejo y unirlas, o si no,  usa hollín o carbón. 
  • Los ojos te los perfilas con hollín y ponte sombras con ceniza, tierras naturales, azafrán, antimonio o alguna arena de color.
  • Date un toque sofisticado añadiendo un lunar pintado con carbón o simulado con un trozo de tela o cuero.

    domingo, 10 de octubre de 2010

    Atención: hic sunt leones!


     La expresión latina  hic sunt leones (:aquí hay leones aparecía en algunos mapas de época imperial o medieval para hacer referencia a territorios inexplorados y potencialmente peligrosos. Igualmente en los mares aparecía hic sunt dracones (:aquí hay serpientes). A veces en lugar de la expresión aparecen imágenes de estos u otros animales fantásticos y temibles.

    sábado, 9 de octubre de 2010

    ¿Qué se lleva ahora?

    Los romanos no eran ajenos a las modas. Es verdad que no tenían la presión de las marcas, las revistas o la tele. Pero también tenían sus "dandis" y señoras elegantes que marcaban las tendencias.
    En general no estaba bien visto que los hombres se acicalaran demasiado, por si parecían poco varoniles, y las mujeres tampoco debían ser excesivas, no sea que se confundiera su femineidad con una inclinación profesional poco recomendable.
    Pero los romanos, hombres y mujeres, gustaban de cuidar su aspecto, se depilaban, maquillaban y perfumaban.
    Tras la conquista de las Gallias por Julio César, por ejemplo, con la afluencia de esclavos de esas tierras, de piel clara y cabellos rubios, muchas romanas tiñeron sus cabelleras y se conviertieron, seguramente, en las primeras rubias de bote (o rubias de frasco).
    Otro día hablamos de maquillajes y ceras depilatorias, pero hoy vamos a hablar de hombres.  Fíjate en estos hombres. Son retratos de hombres famosos, gobernantes de Roma; entre ellos median siglos, y eso se percibe en su corte de pelo y en el afeitado. ¿Podrías decir cuál es el más antiguo y cuál es el más moderno? Atrévete a ordenarlos. Yo os doy los nombres para que resulta más fácil. 

     
    Octavio Augusto
     
    Antonino Pío
     
    Catón

    Nerón
    Marco Aurelio
    Adriano

        
    Julio César

      

    domingo, 3 de octubre de 2010

    Personae illustres

    Existe una comunidad que se dedica a actualizar el latín, o sea, a incorporar palabras al vocabulario latino para expresar la realidad actual. Fomenta el  "latín vivo". Ese movimiento empezó en el siglo XIX, pero se materializó en 1952, gracias a la obra de un profesor francés.
    Hoy hay emisoras que emiten en latín (en Alemania y Finlandia), o un periódico polaco escrito íntegramente en latín "Ephemeris": http://ephemeris.alcuinus.net/index.php

    A lo que vamos, que no quería soltar una perorata.  Hay palabras curiosas, como las siguientes:
                    receptaculum epistularum = buzón
                    teniludio = tenis
                    argentaria = banco

     Así que se me ha ocurrido que debíamos homenajear a nuestros patrocinadores, y ponerles nombres latinos. Bautízalos si te atreves.

    Et mihi?
    Quid nomen mihi est?

    Quis sum?

    Mihi nomen est...