Médico curando a un gladiador |
Catón, un hombre muy culto y bastante chapado a la antigua, se enorgullecía de que en Roma no hubiera médicos, aunque sí medicina. En cambio, los griegos -pensaría Catón-, esos finolis culturetas, sí que tenían médicos, y no tardarían mucho en convertirse en profesionales respetados en la propia Roma. Claro que qué se puede esperar de un hombre que para reducir luxaciones recomendaba recitar la fórmula mágica "huant hanat huat ista pista sista domiabo damnaustra", que no significa nada y que recuerda sospechosamente al "sana, sana, culito de rana, si no sana hoy, sanará mañana".
PD: ¿A qué viene el nombre del ambulatorio actual, si eso significa lugar para pasear? ¿Es una invitación a entrar y salir para ver por dónde va la cola? ¿Es un guiño a los ancianos para que estiren las piernas yendo a diario al médico?
Las preguntas lanzadas al aire sobre el ambulatorio... te dejan pensando, eh?
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