El dinero no huele.
Recomiendo vivamente la lectura de estos dos artículos, donde la escatología resulta interesante e incluso refinada.
La orina y las finanzas del Imperio de Darío Sánchez Vendramini.
"Es necesario aclarar que el orín humano era en la antigua Roma una materia prima valiosa, utilizada para el curtido del cuero y para la limpieza de prendas de vestir, especialmente togas de lana."
De letrinas y perfumes El autor, Salva Muñoz, lo titula de una forma más cruda, pero así no malogro la sorpresa.
"Aquí podían sentarse los pobres en suntuosos bancos de mármol corridos y sin separación intermedia entre agujeros sanitarios para recitar acompañados del delicado sonido del agua de un surtidor, o leer en voz alta, escribir grafitos o sencillamente departir con sus vecinos."